El 14 de julio del 2003 FGC puso en servicio dos nuevos trenes iguales a los que entraron en servicio en la línea de cremallera de Montserrat. Todos ellos fueron fabricados por la empresa suiza Stadler.

El tren está formado por tres piezas, dos extremas que son los compartimentos para pasajeros y una central, dónde se apoyan las otras dos que es la parte motora. Las tres piezas forman un tren indeformable de 36 metros. Tiene capacidad para 200 personas, son de piso bajo y pueden transportar personas de movilidad reducida.

Los enormes ventanales a los lados del vehículo dan una gran panorámica del paisaje por donde discurren los trenes. Además disponen de climatización por no ser practicables.

El módulo central permite el paso entre los dos módulos de viajeros. De hecho está pensado con mamparas desmontables para poder llegar a los aparellajes electrónicos y motores sin necesidad de levantar el tren.

La cabina de conducción es en estos trenes reducida a la mitad de la unidad para dar manorámica hacia adelante a los viajeros (dos asientos).

En la unidad de pasajeros del lado montaña los dos trenes llevan un pantógrafo adicional que se levanta sólo en aquellos días de inviernos especialmente difíciles y hace de frotador para quitar el hielo de la catenaria. Es la diferencia más notable con respecto a sus hermanos de Montserrat.

Habitualmente prestan servicio acoplados para dar el doble de capacidad. Para ello llevan un enganche mini-scharfenberg largo que les permite circular acoplados sin más problemas. Pero el inconveniente es que no pueden engancharse al resto de material por tener un enganche elástico y no fijo como el resto.